6 de agosto de 2013

Mi hija y sus primeros casi-dientes

En un abrir y cerrar de ojos mi hija ya tiene seis meses de vida. Es impresionante como con el paso de los meses más y más cosas nuevas van apareciendo. Algunas etapas se han acabado, otras siguen y unas apenas comienzan.

Recuerdo que en los primeros meses el proceso para dormir a mi hija era muy sencillo, se arrullaba con cualquier movimiento y fácilmente se acomodaba y se dormía; ahora sólo hago que se duerma si le pongo la sesión de la Comisión Permanente del canal del Congreso. Antes, al mínimo gesto que hacía mi hija nos volvía locos; ahora tiene tantos gestes que es imposible seleccionar el mejor: se ríe, balbucea, se mete las manos a la boca, se ríe nuevamente, se mete algún otro objeto a la boca. Como se darán cuenta, la etapa en la que está mi hija es en donde se quiere meter todo a la boca. Pareciera que la boca de mi hija es un magneto gigante que atrae todo lo que esté cerca.