Ahora, dormirla es toda una odisea cambiante. Por lo de cambiante me refiero a que en ocasiones la odisea es breve y solamene consiste en darle biberón y estar con ella en la mecedora un par de mi minutos y nada más. Pero, en otras ocasiones, me he quedado con ella en la mecedora hasta una hora ¡una hora! Sé que hay papás que lo han pasado peor que eso, papás que necesitan más de una hora para dormir a su bebé. Créanme, comparto su dolor.
Después de ocho meses de estar con mi hija, de las cosas que más valoro son las horas de sueño, no mías, sino de ella. Para mí esas horas valen más que todo el oro del mundo. No me malinterpreten, disfruto mucho estar con mi hija despierta; jugamos mucho y tenemos una relación que los dos parecemos (todavía no llega la pubertad y no me ha dicho lo contrario) disfrutar mucho. Pero, créanme cuando veo a mi hija cerrar los ojos y caer rendida a los brazos de morfeo, siento que lo logré. En otras palabras, me siento como Leonardo DiCaprio en esa escena que todos conocemos de la película Titanic.
¡Se ha dormido! |
Sé que muchos papás saben perfectamente a lo que me refiero.
No hay peor sensación para un papá que darle el biberón con leche al bebé, arrullarlo durante 30 minutos, acostarlo en la cuna y... ¡que se despierte a los 30 segundos de dejarlo en la cuna! Créanme que prefiero golpearme cien veces en el dedo pequeño del pie con la pata de la cama antes que vivir esa experiencia. ¡Qué digo cien, mil!
Hace poco, me quedé yo solo cuidando a mi hija un sábado por la tarde. Ese día bañé a mi hija, la cambié, le apagué las luces del cuarto, le prendí el aire acondicionado a 24 ºC, le di su biberón con suficientes onzas de leche (por eso de que luego se pueden quedar con hambre), la mecí, la arrullé, y cuando por fin logré que se durmiera, un idiota, perdón por la palabra, pero sí, un verdadero idiota tocó el timbre. No había pasado ni un minuto desde que mi hija se acababa de dormir y lógicamente, al escuchar el timbre mi hija abrió los ojos y puso su cara de susto. Ya con mi hija despierta, los dos fuimos a abrir la puerta. Al abrir la puerta, vimos a un hombre que jamás en la vida habíamos visto. Al verme con mi hija en brazos y lo primero que me dijo fue:
"¿Aquí es el número 5E?"
No recuerdo si le contesté o no, pero creo que para él fue suficiente con verme cargando a mi bebé con cara de "¿qué quieres?". Creo que al final solamente se marchó con "la cola entre las patas". Supo que cometió un error y no se quiso quedar a saber los detalles.
Recuerdo, que antes, mi hija cabía entre mis brazos comodamente, y era relativamente sencillo mecerla. Ahora, mi hija se desborda al tratar de tenerla abrazada. Normalmente trato de moverla hasta que se sienta lo más comoda posible, y así poder mecerla con facilidad. Esto suena sencillo, pero en la práctica no lo es. Ahora, controla sus brazos y manos muy bien y me hace saber cuando está incómoda con un ligero y breve golpecito en la cara/pecho/brazo (lease con sárcasmo).
Antes, si se despertaba, la cambiaba de posición y la arrullaba un poco y listo, se volvía a dormir. Ahora, si se despierta, se sienta, o se para en la cuna, y en el mejor de los casos me ve y sonríe tratando de decirme, "ok, ya cumplí, ahora vamos a jugar un rato".
A lo largo de estos ocho meses, he notado como las técnicas para dormir a mi hija han tenido que cambiar día a día. En algún tiempo bastaba con ponerle el canal del congreso unos cinco minutos para que mi hija se quedara dormidísima. Mentira, nunca pasó, pero lo he pensado seriamente.
En otras ocasiones, dormirla era una tarea verdaderamente maratónica: más cansado que hacer cross fit (aunque nunca lo he hecho, pero me imagino que debe ser agotador). La única constante en todos estos meses ha sido la necesidad de adaptarme al cambio. En este momento me puede funcionar acomodarla en cierta posición, mañana, probablemente no vaya a funcionar. Así es esto.
Otra cosa que ayuda al momento de dormir a tu bebé es: ser creativo. La creatividad puede ser la mejor herramienta para dormir a tu bebé. Conozco a papás que ante la frustración de no poder dormir a sus hijos, los suben al coche y les dan un paseo para tratar de arrullarlos con la vibración del motor y con las luces de la ciudad. Si funciona, ¡adelante!
La verdades que me considero muy afortunado que mi hija duerma bien, que tenga buena salud y sobre todo, por poder ofrecerle un techo y condiciones de vida que desafortunadamente muchos bebés no tienen. Mi hija siempre se duerme con el estomago lleno, cuando muchos bebés no lo hacen así. Y aunque a veces, es muy complicado y tedioso dormir a mi hija todos los días; creo que sería más complicado y tedioso no poder dormir yo por estar lejos de ella, tal y como les pasa a muchos papás que por motivos de trabajo tienen que separarse de sus familias y de sus hijos.
Así que no queda más que disfrutar los desvelos, las horas invertidas en la mecedora, y el poder estar ahí para dormir a tu bebé. Al final, el tiempo es lo único que no se recupera.
No existe mejor post que describa la odisea (a veces pesadilla) de como dormir a tu bebe. Disfrutalo! En poco tiempo ya no van a necesitar de nuestros brazos.
ResponderEliminarFelicidades Bernardo! Soy fan de tu blog...
La hija supero al padre?..... No creo, y de eso da fe... Tu abuelita , y tus tías .... Que vivieron conmigo que digo "odisea" .... Misión Imposible , de hacerte dormir a esa edad.........pero bueno , " No lo hurto mi querida y linda nieta, solo lo heredo ... ( los genes no mienten) .... Un beso grande ...Mama
ResponderEliminarDaniela, gracias por tus comentarios. Sí caray, dentro de nada los brazos saldrán sobrando. ¡Qué bueno que te gusta el blog!
ResponderEliminarMamá, por eso dije que era odisea cambiante. A veces fácil otra veces sumamente complicado. jiji No lo hacía adrede. :P
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