18 de marzo de 2014

Esperando al segundo hijo

Mi mujer y yo siempre quisimos tener más de un hijo. Nos encantaba la idea de tenerlos uno tras otro... y así fue como sucedió.

Mi hija estaba por cumplir un año de edad y de la nada mi mujer comenzó con mareos, vómitos, y demás síntomas que ya eran bien conocidos por nosotros.Todo era muy extraño, parecía un deja vu. Hicimos la prueba de embarazo y luego confirmamos con el médico... mi mujer estaba embarazada de nuestro segundo hijo.

¡Un nuevo miembro de la familia en camino! Aunque nos emocionamos y nos pusimos muy felices fue diferente la emoción comparado con nuestro primer bebé. Ahora no era la emoción de lo desconocido, ahora ya sabíamos que esperar. Es curioso, por que con el primer embarazo todo era nuevo y nos sentíamos sumamente inexpertos y llenos de dudas. Ahora, no puedo decir que ya sepamos todo o que ya tengamos las respuestas, pero nos sentimos un poco más preparados. Como siempre he dicho, todos los embarazos y todos los bebés son diferentes. Con este segundo embarazo me siento como un amigo mencionó en mi Facebook: tener un segundo hijo se siente como sí fueras a presentar un examen y ya te sabes las respuestas. Pero aún así no hago confianza, porque en algunas ocasiones los maestros cambian los exámenes sin previo aviso minutos antes de presentar.

Por otra parte, creo que mi hija ha ayudado mucho a que el embarazo sea distinto. Mi hija tiene un año de edad, anda dando sus primeros pasos, metiéndose todo a la boca, demandando atención y consumiendo nuestro tiempo; a veces no nos deja ni respirar y mucho menos nos da tiempo para sentarnos y pensar que estamos esperando otro bebé. La dejamos un rato sola en su cuarto y gatea a la cocina; volteó la mirada y se está metiendo algo a la boca; quiero ir al baño y me persigue. Y eso que conmigo es tranquila, con la mamá es el doble de demandante.

Yo no sé si sea cierto, pero parece ser que eso de "sentir pasos" quizas si es real. De alguna forma, los hijos/bebés sienten que la atención se tendrá que dividir, no sé como explicarlo, pareciera que lo perciben, que lo sienten. De alguna forma mi hija ha presentido que ya no será la única en la casa. Ahora, mi hija está tan pegada a la mamá que parece que el entrenador le pidió marcaje personal. Conmigo no tiene problema, nos vemos y disfrutamos estar juntos, y no hay drama si la dejó sola un rato. Pero si lo hace mi mujer: drama mode on. Llanto, gritos, tristeza y desolación inunda el ambiente. Y antes no era así. Siente pasitos, siento pasitos...

En fin, estamos muy felices por nuestro segundo hijo, el cual es 90% probable que sea niño. Y como dicen por ahí, "ya completaríamos la parejita". La experiencia con nuestra hija ha sido increíble, y esperamos con mucha emoción la venida de nuestro siguiente hijo el cual seguro va a aportar mucho a la familia, y estoy seguro que vamos a aprender mucho de él.

Para finalizar, les comparto este vídeo donde celebro el primer aniversario de mi hija. El vídeo lo preparé agrupando todos los vídeos que teníamos por ahí regados en celulares, ipods, GoPros, y demás cámaras.


3 comentarios:

  1. Genial!!!! ahí estaremos en primera fila :) me encantó el video! Xime no te preocupes, ser la hermana mayor, tiene sus ventajas!

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  2. Bernardo!!! Es increíble todo lo que escribes, muy ciertas cada una de tus palabras, son experiencias que dia a dia te enseñan algo:) Muchas felicidades por el bebé! Estaremos al pendiente...un beso enorne a Ximena y a Denisse. Los queremos mucho:)

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  3. Que bien lo narras porque asi es,hay muchas ventajas tener hermanos,pero ojo,el mayor sigue siendo chiquito y duplica sus demandas como tu lo dices,alli esta a veces la cautela de seguirlo tratando creo,igual que comparta,no que cuide ni que ya es grande.Saludos cariñosos.Desde una hermana mayor!

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