4 de febrero de 2016

Tener tres hijos muy seguidos y salir a comer

Mi hija es amante de los nuggets de pollo. Le gustan los caseros, los comerciales, los de los restaurantes, los de pechuga, los crujientes, básicamente casi cualquier tipo de nugget es de su agrado. Mi hijo en cambio es amante de las hamburguesas. Y al igual que mi hija, no discrimina hamburguesas, con que se apagué a los ingredientes básicos, con eso le basta: pan, carne, catsup, mayonesa y queso. Por lo tanto, casi cualquier restaurante que tenga estos dos platillos se convierte en una opción para llevarlos a comer. Si vamos a un restaurante que sea exclusivamente de comida rápida, es normal encontrarse familias numerosas como la nuestra y pudiéramos decir que prácticamente pasamos desapercibidos. Sin embargo, cuando hemos comido en las áreas de comida de las plazas comerciales, nos encontramos con varios  tipos de comensales: parejas jóvenes, personas mayores, los clásicos Godinez, parejas con hijos, parejas sin hijos, etc. ¿Y a dónde quiero llegar con todo esto?

Curiosamente, las veces que hemos comido en las áreas de comida se nos han acercado personas asombradas por que la cantidad de hijos que tenemos: tres. En algunas ocasiones cuentan el número de niños, como si estuvieran verificando el conteo anterior . 



En otras ocasiones, nos preguntan sus nombres y sus edades, e involuntariamente (o quizás no) nos confirman la diferencia que hay entre cada uno de ellos (como si no lo supiéramos). Hay algunos que hasta se atreven a darnos su opinión acerca de nuestra osadía de tener tres hijos: 


 "¡Pues que valientes!" 
"¿Debe ser bien cansado?"
"Se van a llevar muy bien."
"Así salen todos juntos."



¿A poco es tan raro tener tres hijos seguidos? Probablemente sí sea algo raro, y quizás llame más la atención cuando los tres hijos están pequeños. No me imagino comiendo en esas áreas de comida con mis tres en su adolescencia. Casi seguro, nadie nos voltaria a ver y mucho menos nos compartirían sus habilidades matemáticas. Por alguna razón los bebés llaman mucho la atención de la gente, y es inevitable que tres bebés juntos llamen todavía mucho más la atención. ¡No quisiera imaginarme lo que les han de decir a las parejas con tienen gemelos trillizos!


"¿Son tres (o dos) verdad?"
"¿Cómo se llaman?"
"¿Y cuál nació primero?"
"¿Y es cansado?"

Sí, quizás en estos tiempos tener más de dos hijos puede parecer una verdadera locura. Y créanme que si fuera soltero y sin hijos y en la calle viera a una pareja con tres hijos, probablemente los vería con cara de asombro, pero hasta ahí. No cruzaría la calle y los detendría para darles mi punto de vista acerca de tener tres hijos. 

Créanme que cuando mi mujer y yo salimos con nuestros tres hijos no lo hacemos con la intención de conocer la opinión del pueblo. Por que si nos vamos a sincerar en la calle, créanme yo detendría a muchas personas en la calle y fácilmente les pudiera dar mi opinión acerca de algunas de las decisiones que han tomado:
"¿En verdad te gustan los autos Nissan?"
"¿Crees que ese corte de pelo se te ve bien?"
"¡Hermano, quítate ese bigote!"
"Disculpa, las mallas no son para cualquiera"
"Hola mucho gusto, ¿cuánto tiempo tienen de casados? ¿tienen hijos? ¿cuándo piensan tenerlos?"

Tener tres hijos es toda una odisea y no es para nada una tarea sencilla. Involucra mucho trabajo, tiempo y dinero. Cuando teníamos un solo hijo, nos parecía complicado organizarnos para salir a la calle; cuando nació el segundo hijo, nos seguía pareciendo complicado, pero logramos dominar ese proceso; ahora con tres hijos, nos parece bastante más complicado organizarnos y cada que lo logramos (sin contratiempos) nos sentimos muy felices y realizados. 

Por lo tanto, si de casualidad lees este post y en el futuro te encuentras una familia numerosa en la calle, simplemente sigue tu camino. 

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