A continuación les narro los hechos más relevantes en el nacimiento de mi hermosa hija:
31 de enero del 2012
7:00 p.m.
Ginecólogo: "Pues bebé va muy bien, viene bien de peso y ahora sí ya podemos decir que está lista para salir. Prefiero no dejar que pase más tiempo, vamos a programar el nacimiento para el próximo lunes 4 de febrero; un día antes de la semana número 39."
Mi mujer: "Ok, ¿podemos intentar parto natural?".
Ginecólogo: "Sí, todo se ve bien para intentarlo, lo importante es lo que ustedes digan."
Yo: "Me parece excelente, ¡voy a poder ver el superbowl!
Ginecólogo: "¿Alguna duda?"
Mi mujer y yo: "No, nos vemos el 4 de febrero".
3 de febrero del 2013
Los cuervos de Baltimore ganan el superbowl XLVII a los 49's de San Francisco. El marcador final es 34 a 31. Los 49's pierden su primer superbowl de la historia. El juego será recordado por el apagón que detuvo el juego por más de 30 minutos.
4 de febrero de 2013
9:45 a.m.
Mi mujer y yo llegamos al hospital con las maletas llenas de ropa y con muchos nervios. Nos presentamos en la recepción y nos asignaron nuestro número de habitación. También nos dan el control remoto. Sí, sí estoy hablando de un hospital no de un hotel.
10:00 a.m.
Después de dejar nuestras pertenencias en la habitación 225, nos dirigimos a a la sala de labor de parto. La sala era adecuada: limpia y básica. En la pared colgaba un reloj el cual marcaba cada segundo con un sonido muy peculiar.
Las enfermeras prepararon a mi mujer y le suministraron oxitocina, con el fin de inducir las contracciones. Después esperamos a que llegaran las contracciones. Éstas fueron apareciendo conforme pasaba el tiempo pero sin el dolor que las caracteriza. Durante esas dos horas, en la que no pasaba nada, yo mandaba tweets y posteaba fotos en facebook informando las últimas novedades de nuestra aventura.
12:00 a.m.
Las 12 y todo sereno. A esta hora llegó el ginecólogo y evalúo la situación. Nos comentó que el bebé estaba bien y que necesitabamos esperar más tiempo para lograr llegar a 4 contracciones cada 10 minutos. Decidímos esperar, yo mientras tanto esperé jugando "Candy Crush" en el teléfono de mi mujer. Ella seguía sin dolor, tanto así, que prefirió dormirse un rato.
3:00 p.m.
Mi mujer comenzó a sentir contracciones más seguidas y con un poco más dolor. El ginecólogo regresó y constató que las contracciones eran las adecuadas. Evaluó al bebé y este seguía bien, colocado en la parte superior, pero bien. Después midió la dilatación de mi mujer y nos dijo: "la dilatación es de 1 centímetro, esperaba que fuera de 3 o 4 centímetros. Vamos a esperar una hora más. Necesitamos una dilatación de 10 centímetros para poder proceder con el parto natural". A lo que mi mujer y yo asentimos y decidimos esperar una hora más. En caso de que no existiera mejora en la dilatación se cambiaría el proceso a cesárea.
4:00 p.m.
El ginecólogo regresó y verificó que todo seguía bien. Volvió a medir la dilatación de mi mujer y esta no se incrementó ni un centímetro. Seguíamos en el mismo un centímetro. Aunado a esto, la colocación del bebé no ayudaba. Por lo tanto, se optó por cambiar a cesárea.
4:45 p.m
Las enfermeras prepararon a mi mujer para la cirugía y nos explicaron el procedimiento. Cuando se la llevarón al quirófano comenzó lo que sería el fin de una etapa.
5:15 p.m.
Una enfermera me dio la ropa que me debía poner para poder entrar al quirófano. Me comentó que era muy importante que esperara a la indicación del equipo médico para poder entrar. Mientras esperaba en la sala de labor de parto , el reloj me recordaba cada segundo que pasaba con su característico sonido: "cloc, cloc, cloc".
5:20 p.m.
La enfermera me dijo que podía entrar al quirófano. Al entrar vi a mi mujer recostada rodeada por todo el equipo médico. Vi el momento en que cortaban y aspiraban la sangre del vientre. Aunque intentaba desviar la mirada no lograba separarla de esa escena tan cruda y viva. Pasaron un par de minutos y de repente logré ver como se asomaba un cuerpecito morado y ensangrentado. La escena era grotesca y bella a la vez.
5:34 p.m.
Nació mi bebé. Al escuchar su grito por primera vez fue como volver a nacer. Por más que intento, no encuentro las palabras para describir este momento.
5:45 p.m.
Acompañé al pediatra y vi a mi bebé a escasos centímetros. Después el pediatra hace varias cosas: llena varios formularios, la pesa, la mide, evalúa sus reflejos, la limpia y la envuelve. El pediatra me pide que lo acompañe junto con mi bebé en el trayecto a la incubadora. En el camino nos detenemos brevemente para presentar a la bebé a nuestros familiares. Mientras tanto mi mujer seguirá en recuperación entre una o una hora y media.
7:00 p.m.
Mi mujer sale de recuperación y regresa la habitación. Minutos después llegó nuestra bebé.
Como dije al principio, todo en la vida tiene un fin y un principio. A partir de este día decimos hola a las desveladas, a los biberones, a los pañales, en fin, decimos hola a todo lo bueno, lo malo y lo feo que venga.
Por último nos gustaría agradecer a todas las personas que de una manera u otra, directa o indirectamente estuvieron involucradas con este bello acontecimiento.
A mi mujer y a mi bebé sólo les puedo decir que las amo y que daré mi máximo esfuerzo por ustedes, y que me disculpen si cometo equivocaciones ya que sólo soy un papá entrenando.
Excelente crónica jejej, muchas felicidades otra vez!
ResponderEliminarME ENCANTO, GRACIAS POR COMPARTIR ESTE MOMENTO TAN ESPECIAL, UN BESO Y QUE DIOS LOS LLENE DE BENDICIONES
ResponderEliminarSOY SU TIA LAURA LOPEZ DE RIOVERDE
ResponderEliminarFelicidades! At. Vero Sánchez
ResponderEliminarY empezó la maravillosa aventura de ser padres .... Tarea ardua y llena de satisfacciones ... Que dios te bendiga hijo a ti a tu esposa maravillosa y a tu primogénita y los que vengan a formar parte de esta bella familia que empiezan .... Los quiero atte : Mama
ResponderEliminarGracias a todos por sus comentarios. Y sí, ahora empieza lo bueno.
ResponderEliminar